El pasado 9 de septiembre tuvimos la ocasión de celebrar la Fiesta de San Pedro Claver en el contexto de la gratitud que a lo largo de este año hemos renovado por los 100 años del Centenario de la Provincia Colombiana. Nuestros anfitriones en Cartagena, especialmente la comunidad jesuita del Santuario, nos recibieron a muchos jesuitas y compañeros apostólicos con un espíritu de fraternidad y gozo. En esta breve nota, quiero resaltar 3 encuentros relacionados con la formación que tuvieron lugar durante las fechas que rodearon la festividad.
El primer encuentro fue el de maestrillos, el fin de semana del 31 de agosto al 1 de septiembre. Actualmente, hay 5 maestrillos: Jhonnatan Díaz SJ, quien está en su segundo año de magisterio en el Colegio San Pedro Claver de Bucaramanga; Juan David Sánchez, SJ, destinado desde enero de este año a la Región Nariño. Allí colabora en la pastoral del colegio y en la Fundación Juan Lorenzo Lucero. Asimismo, 3 nuevos maestrillos que comenzaron sus respectivas misiones desde mitad de año, luego de terminar sus estudios de Filosofía: Favio David Guerra-Acero, SJ, quien fue destinado al Colegio San José de Barranquilla, junto con Sebastián Botero SJ, quien llego en junio pasado desde Guadalajara, y Andrés Felipe Martínez, SJ, quien fue destinado a la región Nariño a apoyar la pastoral del Colegio San Francisco Javier y la Fundación Suyusama. Al encuentro no pudo asistir Sebastián por compromisos apostólicos adquiridos previamente.
Junto con el P. Provincial, compartimos varios momentos de diversa índole. Las mañanas del sábado y del domingo, tuvimos la ocasión de orar y reflexionar en torno a los desafíos apostólicos que se han enfrentado en la etapa de magisterio, y al modo como las obras en las que participan los maestrillos van expresando los sueños plasmados en el Plan Apostólico de la Provincia. El encuentro también ofreció la oportunidad de revisar la calidad de vida religiosa que estamos viviendo, sobre todo en esta etapa de magisterio con sus múltiples demandas apostólicas, y que requiere de un cuidado más atento y autónomo tanto de la vida espiritual como de la vida comunitaria.
La riqueza de estos espacios se halla no sólo en esos momentos de reflexión y oración compartida; también se fortalecen los vínculos con el trato espontáneo que se teje en medio de la comida, la bebida y el paseo. La tarde del sábado la disfrutamos en las playas de Marbella, a unos 30 minutos a pie del Centro Histórico de Cartagena.
Fue sin duda un encuentro para agradecer por la amistad que se ha ido fraguando en medio de la misión y para reconocer el modo como la vida religiosa va configurando nuestras opciones vitales.
A los 8 días de este encuentro, el fin de semana del 7 y 8 de septiembre, nos encontramos en el Santuario San Pedro Claver un nutrido grupo de neodiáconos y neopresbíteros. Junto con el Provincial y el asistente para la Formación, estuvieron los 2 relativamente recién ordenados diáconos Mario Vargas, SJ (director de pastoral del Colegio San Luis Gonzaga) y Dairon Lizcano, SJ (destinado a la parroquia de la Macarena); Santiago Tobón SJ (director de pastoral del Colegio Mayor de San Bartolomé, rector del Templo San Ignacio y secretario ejecutivo de la Manzana Jesuítuca); Yamid Castiblanco, SJ (profesor de la Facultad de Teología); Ambrozie Megheris, SJ (jesuita rumano de la Provincia Euromediterranea, quien adelanta la maestría en Teología en la Javeriana); Davide Orlandini, SJ (jesuita italiano de la Provincia Euromediterranea, quien trabaja en el JRS Latinoamérica); Fabian Retschke, SJ (jesuita alemán de la Provincia de Europa Central); Andrés Díaz, SJ (director de pastoral del Colegio San Ignacio); Carlos Ossa, SJ (director de pastoral del Colegio San Pedro Claver); Juan Pablo Macías, SJ (ministro de la comunidad de formación San Francisco Javier); Omar Fredy Pabón, SJ (párroco de la parroquia Nuestra Señora de la Macarena); y Roosbel Alexander Orozco, SJ (director de pastoral del Colegio San Juan Berchmans).
En la mañana del sábado realizamos un recorrido por el Santuario San Pedro Claver, guiados por el padre Luis Ortiz SJ, quien colabora allí desde 1996 y por el padre Ricardo Delgado SJ, administrador del Santuario. Evocar historias de San Pedro Claver y de su tiempo, habitar los espacios de entonces que con el paso del tiempo se convierten en los espacios que habitamos hoy, nos permitió reconocernos como parte de un horizonte apostólico mucho mayor, el cual seguimos construyendo a partir de nuestros discernimiento presentes. Y al igual que en el encuentro de maestrillos, en la tarde del sábado tuvimos un momento de esparcimiento en las playas de Marbella. Ya sea en un salón, ya sea en la playa, lo más importante y lo que permite que de estos encuentros se den frutos, es la apertura con la que nos disponemos para reconocernos como hermanos y confiar en el otro las cosas importantes, aunque pequeñas, en el ejercicio de nuestro ministerio presbiteral. Esto ha sido lo que hemos vivido en este encuentro. Al final del primer día, celebramos juntos la eucaristía y cada uno de los neodiáconos y neopresbíteros pudieron renovar sus votos.
Luego de un suculento desayuno en un hotel cercano a Santuario, en donde se hospedó la mayoría de los neodiáconos y neopresbiteros, tuvimos una mañana más reposada que nos permitió reflexionar en torno a los rasgos del presbiterado en la Compañía, que se van consolidando con el tiempo. Como telón de fondo, les ofrecí un texto escrito en el año 2010 por el padre José García de Castro, en torno al sacerdocio, titulado “Fundada principalmente para…” En torno al sacerdocio en la Compañía de Jesús. A partir del mediodía, momento en el cual culminamos nuestro encuentro, nos unimos a los eventos conmemorativos de la Fiesta de San Pedro Claver y del Centenario de la Provincia.
Finalmente, luego de la las fiestas del lunes 9 de septiembre, de la reunión de superiores (el martes 10) y de la Consulta Ampliada (el miércoles 11), nos encontramos, con el Provincial y el asistente de Formación, en la Casa de Encuentros Villa Claver (Turbaco) todos los formadores de la Provincia: P. Víctor Martínez, SJ (Superior de la comunidad de profesores María Inmaculada y decano de la Facultad de Teología). De la Misión Vocacional el P. Diego Giraldo SJ (director); el Hno. Rafael Hernández, SJ (director de la Promoción Vocacional); y P. Nilson Castro SJ. Del Noviciado el P. Virgilio Arias, SJ (maestro) y el P. Joaquín Pachón, SJ (ministro). De la Comunidad de formación San Francisco Javier el P. Jorge Camacho, SJ (superior); el P. Juan Pablo Macías, SJ (ministro) y el P. José Darío Rodríguez, SJ (espiritual). Del Centro Interprovincial de Formación el P. Marcelo Amaro SJ (superior); el P. Rodolfo Abello, SJ (ministro); el P. Guillermo Cabello SJ (espiritual y profesor de Teología); y el P. Uriel Salas, SJ (consejero académico y profesor de Teología).
La acogida en esta casa fue maravillosa y quedamos muy agradecidos especialmente con Daisy, Juan Francisco y Lina quienes están al frente de la casa. Algunos de los formadores no la conocían. Allí se nos ofreció un escenario excelente para el compartir entre formadores. Este encuentro fue la ocasión para animarnos mutuamente en nuestra misión de acompañar a los jesuitas en formación y liderar diversos procesos formativos, sea en la Universidad, en nuestras propias comunidades o en la Provincia en general. Nos animamos desde los vínculos que fuimos estrechando unos con otros a través de la oración y la celebración compartida, así como de la reflexión y el discernimiento en torno a asuntos que nos conciernen de modo más estrecho. Luego de un compartir más experiencial sobre nuestro momento presente, tuvimos la oportunidad para hacer memoria, reflexionar y discernir en torno al ejercicio que implica nuestra misión como formadores, en especial con respecto a las prácticas de cuidado y de Gobierno, los procesos de escucha y la toma de decisión. Como telón de fondo, les ofrecí un texto titulado “Un Gobierno espiritual y apostólico” de Elías Royón, SJ (Manresa, 1994).
Estos encuentros nos ayudaron a todos: Provincial, asistente, maestrillos, neodiáconos y neopresbíteros, formadores, para ir fortaleciendo nuestra pertenencia a este cuerpo apostólico que quiere responder de manera creativa y fiel a los desafíos que nos plantea la misión. De estos encuentros no salen documentos que expresen consensos o decisiones vinculantes, pero la calidad de nuestra escucha y la posibilidad de expresarnos abierta y tranquilamente en un ambiente fraterno y con seguridad ya está dando frutos en cada una de nuestras comunidades y apostolados. Estos encuentros también han nutrido las celebraciones del Centenario de la Provincia.