La Ordenación Presbiteral de Omar Fredy Pabón Sánchez, SJ sucedió en un momento muy especial para la Compañía de Jesús: la celebración de la Fiesta de San Ignacio en el marco del Año Ignaciano, una conmemoración de la Compañía universal en la cual estamos invitados e invitadas a ver nuevas todas las cosas en Cristo.
Es así como el pasado 31 de julio de 2021, en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Bucaramanga, Omar Fredy recibió el sacramento del orden, bajo la imposición de manos y la oración consecratoria de Monseñor Omar Alberto Sánchez, OP, arzobispo de Popayán. Acompañado por sus hermanos jesuitas, el nuevo sacerdote ratificó su compromiso de amor fundamental.
“En el sacramento del orden, Dios actúa y transforma, toma posesión, redefine y marca particularmente a cada elegido para el presbiterado […] En esta liturgia de hoy, Cristo ofrece este sacramento, instituido por él, para compartir su sacerdocio a este hermano, Omar Fredy, que ha elegido, y así serán sacramentalmente uno con él en su sacerdocio, para servicio del pueblo”, aseguró Monseñor en la homilía.
La familia Pabón Sánchez acompañó a Omar Fredy en este paso de su vida.
En la celebración participaron Hermann Rodríguez, SJ, provincial colombiano; Rodolfo Abello, SJ, rector del Colegio San Pedro Claver, y varios jesuitas, pertenecientes a distintas comunidades, que se desplazaron a Bucaramanga para acompañar a Omar Fredy.
En las palabras dirigidas al nuevo sacerdote, Monseñor añadió:
“Quiero desafiarte a un amor fundamental que como buen jesuita, estoy seguro, afirmarás: primero, un amor que nunca quieras perder de vista y que sea parámetro de todas tus acciones como sacerdote, el amor a la Iglesia. Es un amor sin reservas, hasta que duela. En segundo lugar, no se puede perder de vista nunca el pueblo santo de Dios, que se te confía. Así como este pueblo nos alegra, nos tiene que doler siempre lo que le hace daño. Un pastor que no le duele el rebaño es simplemente un impostor”.
Según el arzobispo de Popayán, Omar Fredy asume esta tarea en un país exigente, como lo es Colombia. “Te debes a un pueblo gravemente lastimado y tu vida tendrá sentido en la medida en que ayudes a mostrar el horizonte de esta nuestra esperanza cristiana”, aseguró.
Damos gracias al Señor. Oremos por nuestro hermano en su nuevo ministerio.
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