El pasado 26 y 27 de agosto, nos reunimos con el Provincial y el asistente para la formación, 9 presbíteros que llevamos menos de 5 años de ordenados, en la finca San José de Potosí, Villeta.
En la foto aparecen, (de derecha a izqueirda) luego del p. Provincial, Roosbel Alexander Orozco, SJ, director de pastoral del Colegio San Juan Berchmans; Daniel Vargas, SJ, director de la Red Juvenil Ignaciana; Juan Pablo Macías, SJ, ministro de la comunidad de formación San Francisco Javier en Bogotá; Andrés Hernández Caro, SJ, director de pastoral de la Javeriana, sede Bogotá; Luis Felipe Navarrete SJ, asistente para la formación; William Andrés Díaz, SJ, director de pastoral del Colegio San Ignacio; Andrés Rosado, SJ, director de pastoral del Colegio San Luis Gonzaga; Jefferson Chaverra, SJ, encargado de la misión San Pedro Claver; Carlos Ossa, SJ, director de pastoral del Colegio San Pedro Claver y Santiago Tobón SJ, director de pastoral del Colegio Mayor de San Bartolomé. No nos pudieron acompañar Omar Fredy Pabón, SJ, párroco de Nuestra Señora de la Macarena y Nilson Castro, SJ, quien hace un semestre de estudios teológicos en Granada, España.
Durante las mañanas del sábado y del domingo, compartimos nuestros hitos de este último año y nos inspiramos por una carta del padre Adolfo Nicolás, SJ, titulado De la distracción a la Dedicación: una invitación al centro. Fue la ocasión para dar gracias por los testimonios de vida de nuestros compañeros jesuitas y compañeros apostólicos de nuestras comunidades y obras, para reconocer las interpelaciones que Dios nos hace a través de los desafíos de los diversos contextos apostólicos en los que estamos viviendo nuestras primicias sacerdotales, y para fortalecer los lazos de amistad entre nosotros.
En la tarde del sábado, tuvimos un momento menos formal y más lúdico, a través de un breve paseo a Tobia, en donde disfrutamos de la naturaleza y del Río Negro. Allí algunos nos aventuramos por las aguas no tan torrenciales del río y experimentamos lo que ya hemos ido percibiendo en nuestras vidas: que hay momentos para disfrutar de la calma de las aguas y momentos para remar como cuerpo en medio de la agitación.
Al Señor le pedimos, haciendo nuestras las palabras que el padre Rahner compusiera hace años en un texto titulado Hacia el sacerdocio: “… danos ya ahora tu espíritu sacerdotal: espíritu de sacrificio, espíritu de valor para proclamar tu verdad y tu gracia oportuna e inoportunamente. Que vivamos ya ahora lo que vamos a predicar después. Introdúcenos en ti, pues te vamos a tener en nuestras manos. Ponemos la mano en el arado sin mirar atrás. Con tu fuerza llegaremos. Seres sacerdotes tuyos por tu gracia”.
