El pasado 18 de julio, 8 jóvenes ingresaron al Noviciado. Virgilio Arias, SJ nos comparte su sentir respecto a esta experiencia.
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El pasado domingo 18 de julio, 8 jóvenes colombianos de distintas regiones del país ingresaron al Noviciado de la Compañía de Jesús para entregar su vida a la construcción del Reino. Su ingreso es una luz de esperanza, especialmente en el difícil momento que atraviesa la sociedad mundial y, también, en medio de la complejidad social de Colombia.
El P. Virgilio Arias, S.J., superior y maestro de Novicios, nos comparte su sentir respecto a esta buena noticia, con la confianza en que el Señor no nos abandona.
¿Cómo ha sido la experiencia de recibimiento de los nuevos novicios, especialmente en el actual contexto de la pandemia?
La experiencia de recibir nuevos novicios durante el contexto de pandemia es, sin lugar a dudas, una gran bendición para la Compañía de Jesús. En medio de tantas dificultades en el desplazamiento para llegar hasta el noviciado, recibir estos nuevos compañeros nos reconforta y anima a seguir confiando en que el Señor siempre escucha nuestras oraciones. Ha sido una profunda experiencia de fe y esperanza recibir estas nuevas vocaciones.
¿Qué ha ganado la Provincia con el ingreso de este grupo de jóvenes?
La Provincia ha ganado no solamente en contar con miembros jóvenes para el cuerpo apostólico, sino también en la profunda experiencia de Dios que debemos tener en estos momentos en donde todo parece oscuro. Es una luz de esperanza en medio de la difícil situación que atraviesa el mundo entero. El Señor no nos abandona y nos ha enviado jóvenes de diferentes regiones del país, unos profesionales, otros con alguna experiencia universitaria y otros bachilleres, que desean entregar su vida entera a la construcción del Reino.
¿Cuál es el aporte que se espera de los nuevos novicios, en clave del contexto social del país?
Por lo pronto, esperamos que los nuevos novicios puedan integrarse con mucho “ánimo y liberalidad” a la propuesta formativa propia del Noviciado, para que así logren una sensibilización profunda de nuestra realidad desde el Evangelio y la Espiritualidad Ignaciana. Buscamos que los novicios no se olviden de la realidad de dolor e incertidumbre que viven tantas personas en el mundo actualmente, a través de una sentida y constante actitud de oración.
¿Qué ha sido lo más gratificante de toda la experiencia?
Lo más gratificante de toda la experiencia es sentir que con la llegada de nuevos compañeros de camino el cuerpo apostólico de la Provincia y la Compañía se renueva, se regenera. La juventud, la alegría, la energía y las sonrisas de estos jóvenes nos inundan de esperanza para seguir entregándonos a ser colaboradores de la Misión de Cristo.