La comunidad del Templo Nuestra Señora de la Soledad desea ser expresión de una auténtica experiencia de fe, en una iglesia sinodal, participativa, acogedora, misericordiosa y en comunión. Que camina según el espíritu de una iglesia renovada para los tiempos actuales y con una espiritualidad ignaciana encarnada en la gran diversidad de realidades. Unidos en la diversidad, en el cambio de época que vivimos, abiertos a las inspiraciones del Espíritu de Dios.