26 de enero de 2023
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Por: Oficina Provincial de Comunicaciones
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Conscientes de la importancia de “mostrar el camino hacia Dios a través de los ejercicios y el discernimiento”, y comprometidos con la revitalización y renovación de la experiencia espiritual en la Provincia, el equipo del Centro Ignaciano de Reflexión y Ejercicios, CIRE, ha venido trabajando desde el 2022 en una propuesta para “reorganizar el equipo, volver a las actividades presenciales en la medida de lo posible, reinventar los ejercicios para la vida corriente modalidad virtual, y empezar a acompañar desde la virtualidad”, comenta el Padre Luis Guillermo Sarasa, SJ, Director del CIRE.
Este proceso de adaptación de las actividades y experiencias espirituales ha repercutido positivamente en el alcance de la misión: “La modalidad combinada y virtual, nos ha permitido entrar en contacto con mucha gente de muchos lugares… Acabé de llegar de Quito, de dar la tanda de ejercicios a toda la Congregación de los Oblatos. Fue una experiencia muy linda; y de vez en cuando también nos llaman de otros países para prestar servicios. La Red de Acompañantes, diría que se está volviendo una Red Latinoamericana de Acompañantes”. La posibilidad de expandir la experiencia espiritual en el escenario virtual les ha permitido diversificar su oferta de actividades, adaptándose a las necesidades de una sociedad cambiante: “el trabajo del CIRE no se reduce simplemente a los ejercicios, sino también al acompañamiento y a los nuevos programas que han surgido en torno a un mundo muy distinto. Un mundo que se ha vuelto virtual”.
Para el CIRE, el año 2022, significó re-pensarse para los próximos 50 años, un ejercicio que implicó reorganizar el equipo debido a la salida de valioso talento humano: “Un agradecimiento a Mercedes Saavedra y María Osana Meza. Dos personas que vivieron toda su vida laboral en el CIRE… y que estuvieron durante los últimos 35 años en el equipo”, expresa el Padre Sarasa. Otros hitos importantes fueron la reconfiguración de las comisiones y “la toma de conciencia de la Provincia de que la primera preferencia Apostólica es realmente lo que nosotros podemos hacer con certeza y acompañar con conocimiento”.
Dentro de las actividades más importantes que se desarrollaron en el CIRE el año pasado, el Padre Sarasa destaca la realización del 22º Simposio CIRE-Colombia, que en esta oportunidad abordó el tema “Ejercicios espirituales (EE) y Vida Interior”, y contó con la asistencia de 160 personas presenciales y aproximadamente 150 virtuales. Asimismo, la participación de 400 personas en los ejercicios en la vida corriente durante el año, y la apertura de la Casa de Ejercicios Villa Claver en Turbaco, Bolívar, bajo contrato con la Fundación Silencio y Espiritualidad, una fraternidad de acompañantes espirituales que los une el propósito de mostrar a otros el camino hacia Dios a través de los Ejercicios Espirituales. Para Daicy de La Hoz, colaboradora del CIRE en Villa Claver y fundadora de Silencio y Espiritualidad, “la casa es un lugar privilegiado para encontrarse con Dios”, en el que se pone a “disposición una amplia programación para vivir la experiencia de EE de San Ignacio de Loyola y retiros para parejas y adultos mayores que desean beber de la fuente de la espiritualidad ignaciana”. Reconoce que ha sido testigo del momento de renovación del CIRE y está motivada a difundir la primera preferencia apostólica: “Entiendo mi participación en el CIRE como mi respuesta al llamado a unirme a la misión de Cristo. Me siento agradecida con Dios por poder hacer parte de su historia, por conocer lo que ha hecho y ser testigo de lo que hace por medio de la obra del Centro Ignaciano de Reflexión y Espiritualidad de la Compañía de Jesús”.
El 2023 promete ser un año de cambios, pero también de celebración, el CIRE cumple 50 años de trabajo y entrega constante, acompañando y ofreciendo experiencias espirituales desde el corazón: “La celebración es el reconocimiento a toda una generación anterior. Eso es muy importante porque han sido muchos los hombres y mujeres que han trabajado en el CIRE antes de nosotros y que nos han dejado un legado muy grande”, comenta el Padre Sarasa.
Entre los grandes retos para el equipo este año se encuentra “la perspectiva de la celebración de estos 50 años, mostrando una cara nueva… Estamos procurando que por lo menos el 50% de lo que hacíamos presencialmente lo podamos hacer en la oficina virtual. Es un poco la digitalización de nuestro trabajo manual”; y la realización del 23º Simposio: 50 años que se realizará el próximo 28 y 29 de julio. Igualmente, después de la publicación de 92 títulos de la revista “Apuntes Ignacianos”, se espera concretar alianzas con otras Provincias para compartir material especializado sobre espiritualidad y, a largo plazo, concretar publicaciones compartidas: “el esfuerzo que estamos haciendo en América Latina es unir las revistas, lo vamos a hacer con Cristos -de México-,… Compartir materiales de ellos y ellos compartir materiales nuestros. Es clarísimo que la unión hace la fuerza y que entre todos podemos hacer una cosa mejor”.
El CIRE seguirá trabajando en la configuración de equipos regionales, el acompañamiento al cuerpo apostólico, pero sobre todo, a la misión de compartir y anunciar la Buena Noticia del reino que nos acoge a todos.
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