Sumados al clamor del papa, y respondiendo a la misión por la dignidad humana y la vida, la Compañía de Jesús atiende a diferentes poblaciones afectadas por la guerra en Ucrania. ____________________________________________________________________________
Fotografía: Marco Giarracca/Jesuit Refugee Service
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El conflicto armado internacional entre Rusia y Ucrania ha afectado a miles de familias, muchas de las cuales han perdido a sus seres queridos y han tenido que dejar sus hogares. Según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, se han confirmado cerca de 1.900 víctimas civiles, 700 de las cuales han fallecido. Asimismo, más de 3 millones de personas se han desplazado de Ucrania hacia los países más cercanos.
En este contexto, la Compañía de Jesús –representada en el Servicio Jesuita a Refugiados y en las comunidades jesuitas de la zona– ha desplegado una serie de acciones, en distintos territorios, para acompañar a las personas desplazadas, especialmente a aquellas que no cuentan en dónde alojarse ni cómo alimentarse.
En Ucrania, Polonia, Rumania y Hungría, las comunidades jesuitas han abierto sus casas para acoger a los migrantes o han gestionado espacios y recursos, en colaboración con los ciudadanos y algunas organizaciones sociales, para atender a la población.
“Mientras el JRS y los jesuitas siguen movilizando recursos para proporcionar ayuda y asistencia, nos unimos al Papa Francisco en el llamamiento para el inmediato fin del conflicto y en la oración por el sufrido pueblo de Ucrania”, asegura, en una noticia, la Curia General.
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