Entre el 26 y el 28 de mayo de 2025, nos reunimos en Medellín para celebrar el Segundo Encuentro Nacional de Recono-Siendo, un espacio de intercambio y reflexión de experiencias entre 17 obras apostólicas de la Compañía de Jesús en Colombia. Delegadas y delegados de instituciones educativas, parroquias, organizaciones sociales, universidades y centros culturales nos encontramos, para volver a enunciarnos colectivamente como una red ética, política y espiritual que cree en la educación como camino de reconciliación y justicia.
En medio de un país que sigue atravesado por múltiples formas de violencia y exclusión, nuestras obras —diversas, situadas y comprometidas— decidieron enunciar desde lo común: desde los dolores que compartimos, desde las esperanzas que nos sostienen, desde el sueño profundo de construir una escuela para la vida, la justicia y la paz. Fue en ese espíritu que nació la carta: “La escuela que soñamos», un texto construido de manera colectiva a través de un ejercicio de cadáver exquisito, que nos permitió entretejer la palabra como símbolo de unidad.
Esta carta es más que un texto. Es un llamado, un acto de afirmación en medio de la incertidumbre, una invitación a volver a soñar la escuela como ese lugar donde se protegen las vidas, se transforman los dolores y se tejen comunidades. Donde el conocimiento se une al compromiso, y donde la espiritualidad ignaciana da sentido y dirección a nuestras búsquedas pedagógicas.
Desde Recono-Siendo, las aulas, los territorios y las experiencias compartidas, seguimos apostando por una educación senti-pensante, que no disocie razón y corazón. Una educación que abrace la diversidad, que sepa hacer memoria sin perder la ternura, que ponga en el centro el cuidado, la justicia y la palabra como puente hacia el otro.
«La escuela que soñamos» no es una utopía lejana, es una urgencia que estamos construyendo en lo cotidiano. Y esta carta es su testimonio: una escritura colectiva que nace del encuentro se alimenta del amor pedagógico y se proyecta como una esperanza concreta para el país que anhelamos.