La celebración de la fiesta de San Ignacio la iniciamos del 4 al 11 de julio, viviendo la experiencia de los Ejercicios Espirituales de ocho días, con un grupo de cuatro jesuitas y once compañeros apostólicos de todas las obras de la Compañía, en Manta, Ecuador. Fue una experiencia de Cuerpo Apostólico inmerso en lo más importante que nos dejó san Ignacio.
El 29 de julio, en la capilla de la Casa de Ejercicios San Ignacio, celebramos la Eucaristía solemne y luego compartimos un almuerzo con cerca de 120 invitados provenientes de la comunidad educativa San Francisco Javier, la Fundación Juan Lorenzo Lucero, la Fundación Suyusama, el Servicio Jesuita a Refugiados, el Templo de Cristo Rey, la Casa de Ejercicios San Ignacio, familiares de Jesuitas de la Región y jóvenes de la comunidad juvenil jesuita.
Cada vez se hace más evidente y se siente la disminución de jesuitas que trabajan en las obras de la Compañía en esta Región y esto nos lleva a tomar conciencia de la importancia de ofrecer a nuestros compañeros experiencias profundas de espiritualidad ignaciana. Este cuerpo se siente fortalecido, muy vivo y articulado, identificándose, cada vez y poco a poco, con la propuesta inspiradora y apasionante de san Ignacio de Loyola.
En este marco festivo, se celebró los 70 años de la Casa de Ejercicios San Ignacio, al servicio de la espiritualidad. Eterna gratitud al P. Celestino Redín, SJ, fundador de la Casa y a la señora Raquel Astorquiza, gran benefactora de la Compañía de Jesús, quien donó generosamente el lote para la Casa y la dejó fundada, así también otros lotes para las obras y el apostolado de la Compañía. También, un reconocimiento a todos los jesuitas y laicos que han prestado sus servicios para este importante apostolado de la Compañía.