Por: Natalia MateusJulio 24, 2015 A través del encuentro de estas cuatro delegaciones se buscó, precisamente, impulsar el intercambio de experiencias y el trabajo en red de las distintas obras y proyectos de la Compañía de Jesús que trabajan con jóvenes en estos países. Fueron 8 los jóvenes colombianos que, con el acompañamiento del P. Rodolfo Abello S.J., participaron de los dos espacios principales que implicaba la experiencia: inserción comunitaria (del 25 de junio al 2 de julio en diversas zonas del país) y el ENJUVI (del 3 al 5 de julio en Puebla). Para la primera etapa, los colombianos fueron divididos en cuatro zonas de México: dos fueron enviados a Querétaro, una fue enviada a Huayacocotla (Veracruz), cuatro fueron enviados al Valle del Chalco (Distrito Federal) y dos fueron enviados a la colonia Vicente Guerrero (Oaxaca). Ellos, acompañados de jóvenes brasileros y peruanos, vivieron una experiencia de encarnación con las comunidades que visitaron, compartieron su cotidianidad, conocieron su cultura y tradiciones, sus actividades económicas, lograron compartir sueños y visiones del mundo y, en últimas, crearon comunidad. Posteriormente, al encontrarse en Puebla con los más de 500 jóvenes mexicanos, la diversidad y el entusiasmo fueron denominadores comunes de una experiencia corta pero bastante intensa. Hubo espacio para la presentación de un poco de la cultura colombiana, la salsa, la cumbia y la champeta se hicieron presentes en la Feria de Identidades junto al bocadillo veleño y los dulces de café. Se presentó el trabajo de la Red Juvenil Ignaciana de Colombia y las experiencias vividas: Claveriada y Camino Claver. El ENJUVI 2015 dejó claro para la delegación colombiana que el trabajo en red si es posible y que cada vez somos más los jóvenes latinoamericanos que, como hermanos, pensamos que un mundo mejor es posible.