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La Compañía de Jesús pide justicia en la asignación de vacunas contra la COVID-19

Consulta la comunicación firmada por el secretario de Justicia Social y Ecología, Xavier Jeyaraj, SJ, y por las distintas conferencias de provinciales jesuitas en el mundo. _________________________________________________________________________________________________________________ El pasado 10 de mayo de 2021, el Secretariado de Justicia Social y Ecología (SJES) emitió un comunicado en el cual Compañía de Jesús se suma al llamado para que la asignación de vacunas contra la COVID-19 sea justa y equitativa en todo el mundo. “En la actualidad, el 87% de las vacunas administradas han ido a parar a los países de renta alta o media-alta, mientras que los países de renta baja sólo han recibido el 0,2% de las vacunas disponibles. Más de 3.200.000 personas han muerto a causa del COVID 19 en el mundo”, asegura el texto firmado por el secretario Xavier Jeyaraj, SJ y por las distintas conferencias de provinciales jesuitas en el mundo. En la comunicación, la Compañía de Jesús insta a los países a apoyar la propuesta de extensión temporal de los derechos de patente y los anima a dar prioridad a las personas más vulnerables. Así mismo, propone medidas de solidaridad como: cancelar las deudas de los países de ingresos bajos y medios, y suplir las carencias de financiación de la iniciativa COVAX. “Nadie estará a salvo del virus hasta que todo el mundo esté a salvo, lo que subraya la necesidad de aumentar la justicia y la solidaridad a la hora de abordar este problema mundial”, señala el comunicado. Consulta el documento .

Apoya la labor del Hospital Universitario San Ignacio y súmate a la campaña “Yo soy amigo del HUSI”

Tu donación nos ayudará a mantener la operación del hospital, especialmente ante la contingencia de la COVID-19. _________________________________________________________________________________________________________________ El Hospital Universitario San Ignacio es una institución que brinda cuidado médico humano, seguro y eficiente con énfasis en alta complejidad. Como institución líder, desarrollamos investigación, aportes innovadores y sostenibles al sistema de salud y a la comunidad. Desde la llegada de la COVID-19 al continente americano, el Hospital comenzó a prepararse con la realización de protocolos y lineamientos de atención, adquisición de elementos de protección personal, adecuaciones físicas, reestructuración y ampliación de servicios. Adicional a esto, hemos estado comprometidos con el estudio constante y capacitación de cada uno de los empleados del Hospital, toda vez que entendemos que un trabajo rápido, coordinado y con los parámetros de seguridad es la mejor garantía para nuestros usuarios. La gran inversión que hasta ahora hemos realizado, además de la baja demanda de servicios de salud por el confinamiento de los colombianos (y el temor de asistir a un centro médico), ha disminuido considerablemente nuestros recursos económicos que ya han empezado a impactar en nuestro sostenimiento básico y en el pago del salario de nuestros más de 3 mil empleados. Por eso, hoy queremos impulsar la campaña de donación “Yo soy amigo del HUSI” con la cual recurrimos a su apoyo y solidaridad en busca de ayuda financiera que será vital para mantener nuestra operación y cumplirle a todo nuestro personal médico, asistencial y administrativo. Porque gracias a ellos podremos afrontar con capacidad y conocimiento todas las atenciones de salud que se requieran. Con los aportes lograremos: – Seguir garantizando el pago de nómina de manera oportuna y completo a cada uno de nuestros empleados. – Continuar con todo el personal necesario para el proceso de atención, sin prescindir de algún cargo. – Adquirir más elementos de protección personal e insumos necesarios para la atención de esta contingencia. – Seguir realizando los pagos oportunos a nuestros proveedores. – Lograr la sostenibilidad financiera en este tiempo de Pandemia. Queremos contar con sus aportes, sin importar el valor, pues cada ayuda sumará para que podamos cumplirle al país. A todas las personas que nos apoyen y requieran su certificado de donación, pueden solicitarlo al correo comunicaciones@husi.org.co. Para donar ingresa a la página www.husi.org.co. ¡Súmate a nuestra causa y recuerda que unidos somos más!

Retos para los educadores

Alejandro Londoño, SJ analiza los retos tecnológicos, espirituales y del cuidado de la Casa Común que presenta la COVID-19 a los educadores. _________________________________________________________________________________________________________________ 1. La pandemia COVID-19 Todos estamos enfrentando una gran amenaza y también un gran desafío a nuestra misión, pero en especial los educadores. Así como los médicos se han sentido desafiados a responder a estos retos desde su vocación, también nosotros los educadores lo hemos estado sintiendo. Cuando se habló de la llegada de una pandemia a la cual se le dio el nombre de COVID-19, hubo dos reacciones extremistas. Unos hablaron de una epidemia o algo parecido a lo que ya habíamos padecido en otras pestes. Otros de algo terrible que podría acabar con la humanidad. Los primeros parecían ser los optimistas en el asunto. Los segundos, los pesimistas. Pero la cosa no fue tan sencilla, como fue apareciendo más adelante en las reacciones que fueron sucediéndose. Ninguno de los dos tenía la razón. Los que parecían optimistas fueron sintiendo que la amenaza iba para largo y escucharon noticias de países que comenzaron a sentir fuertemente la amenaza y los efectos de esta pandemia, como Italia y España. Los pesimistas al ver los resultados de las medidas tomadas por los gobiernos con relativa prontitud cayeron en la cuenta de que la cosa era distinta. Y comenzaron a distinguir bien entre los gobiernos que defendía a las personas y los que defendían el dinero. Esto llevó a criticar la actitud de presidentes como el de Estados Unidos que salía a la calle sin tapabocas, pero sí hablaba de defender la economía, los dólares. Lo mismo, las expresiones del presidente de Brasil que habló de una “gripita”, pero no miró hacia la Amazonía y lo que padecían allí sus habitantes. Un término medio tomó la gente que buscó los posibles bienes que podría traer esta tragedia. Era como recordar aquel dicho popular: “No hay mal que por bien no venga”. Pronto se notó cómo la pandemia impulsó a mucha gente a orar y a acudir al Señor de la Vida. Prueba de esto es la cantidad de celebraciones virtuales de Misas y rosarios. La vida del hogar había recuperado su importancia. Son muchas las familias donde padres e hijos se están uniendo más que antes, tanto para comer como para descansar y utilizar los medios audiovisuales. Claro que no han faltado los machistas, incapaces de vivir decentemente. También los educadores han acudido a diversos medios audiovisuales para colaborar con sus alumnos a salir adelante en cuanto a los estudios este semestre. Por esto interesa reflexionar sobre estos tantos otros retos que los educadores tenemos como: el uso de la tecnología, el cuidado de la salud en el deseado “mundo Verde”, la familia, la justicia social y la espiritualidad.   2. Enseñar a manejar la tecnología Parece raro mencionar el uso de la tecnología como un reto para los educadores, pero sin duda es un desafío muy importante el enseñar a manejarla bien a los alumnos, incluso el aprender a manejarla nosotros mismos. Esperamos que la pandemia que nos agobia en estos momentos pase. Pero el problema de la tecnología seguirá presente y lo grave es que muchas personas no le han visto un aspecto muy desafiante para la educación escolar. Casi diríamos que todos vivimos admirados de los avances tecnológicos actuales. Y está bien. Hace años el poderse uno comunicar con otra persona por teléfono, en otra ciudad, era una maravilla. Hoy podemos hacerlo con todo el mundo. Y además enviar correos, videos, películas, etc. Pero aquí es en donde está el reto para los educadores. Y el peligro de la tecnología no bien usada es de modo especial para los niños y jóvenes. ¿Quién no ha notado que muchos de ellos le dan más importancia a su celular que a las personas con quienes conviven en su casa? Incluso cuando se encentran en la mesa, donde lo importante no es tanto el celular cuanto el compartir con los padres, hermanos y compañeros con los que comparten los alimentos. El otro peligro de la tecnología es creer que todo lo que se nos envían por ella es verdad. No falta gente que abuse de estos medios para atacar la ética y la religión, para proponer negocios falsos. Incluso para creerse descubridores de unas realidades que se inventan para adquirir dinero o fama. Alguien colocó como título Mucha Información, escasa inteligencia y muy poca sabiduría a un artículo de prensa sobre el libro de Francois Revel El conocimiento inútil. Esas tres palabras: información, inteligencia y sabiduría nos vienen al dedo para aplicarlas al uso de la tecnología. Muchos alumnos consiguen con los medios tecnológicos llegar a tener mucha información, muchos datos, muchos videos “sobre todos los aspectos habidos y por haber”, como dice el dicho. Pero esto no les sirve para tener inteligencia para intus legere (leer dentro) la propia realidad. En nuestros países sobran profesores, pero faltan maestros. Profesor es la persona que domina conocimientos, una ciencia, una materia y sabe exponerla en el tablero o con medios audiovisuales. El maestro es alguien diferente. Es la persona que sabe comunicarse con los alumnos, que los comprende, que los quiere, que sabe ayudarles incluso cuando está comunicando datos o ciencia profunda. Qué importante es que el educador tenga un conocimiento profundo de la naturaleza humana. Que conozca qué es el ser humano, cuál es su misión y su último destino. Y no sólo datos y conocimientos, sino sabiduría para transmitirla a los alumnos. Si en algo deben destacarse los educadores es en este punto que está tan relacionado con la vida de los alumnos como hemos dicho ya.   3. El contacto con la naturaleza Para los educadores la invitación a los estudiantes a salir a contemplar la naturaleza, las montañas, los árboles, los ríos, parece no ser su responsabilidad, sino la de otras personas como serían los ecologistas, los jefes scouts, los pastoralistas o los responsables barriales del cuidado de esta. Hoy no faltan grupos ecológicos que impulsan caminatas, animadores religiosos interesados en poner a los jóvenes en contacto con

«Cobró vida otra manera de comunicarnos, de experimentar y arriesgarnos»: Gerardo Villota, SJ

Gerardo Villota, SJ, reflexiona sobre los aprendizajes que dejó el Encuentro Nacional Virtual de Regionalización 2020, llevado a cabo el pasado mes de mayo. Encontrar otra manera de comunicarse, en medio de la pandemia, fue una experiencia de lecciones y retos. __________________________________________________________________________________________________________ Creo que a todos nos ha pasado que al comenzar el tiempo de cuarentena nos invadió una sensación de “desplome: proyectos, planes, viajes, encuentros que nos llenaban de esperanza se cancelaron o se aplazaron para una fecha incierta. Creo que en el comienzo nos sentimos paralizados, pensamos tal vez que todo se caería. Pero al mismo tiempo que nuestros imaginarios normales y corrientes, nuestras lógicas cotidianas, nuestras costumbres se deshacían en una especie de vacío, comenzó otro imaginario, otras lógicas; cobró vida otra manera de comunicarnos, de experimentar y arriesgarnos. Más pronto de lo que pensamos la postración se fue convirtiendo en silencio fecundo, en deseos de comprometernos e inventar, de adentrarnos por rutas que no sospechábamos. Pensamos cómo informar que aplazábamos el Encuentro Nacional de Regionalización, pero nos íbamos dando cuenta de que muchos encuentros se mantenían a través de los canales de comunicación, de las plataformas, de todo un mundo de comunicaciones. Comenzaron las convocatorias y se demostró algo maravilloso que todos sabíamos, pero que se reveló con una fuerza de vitalidad y compromiso. Es posible que rondaran algunos nubarrones de dudas y escepticismos, pero la vida siempre se impone. El Cuerpo Apostólico comenzó a palpitar con una fuerza renovada y mostró su vocación de amor y entrega fundado en Jesús Resucitado. El Encuentro se dio con una participación de ochenta y cuatro personas, que nos dio cuenta de la convicción de cada compañero apostólico, de su trabajo por el Reino allí donde está. Fue un Encuentro emocionante, sincero, bien preparado, las regiones desplegaron su fuerza y disposición para crear materiales muy buenos. El núcleo fue la Formación para la Colaboración. Las charlas sobre el Sujeto Apostólico y sobre la Colaboración en la Misión nos dieron mucha luz sobre la ruta que tenemos que seguir. No nos queremos formar por ningún motivo distinto de servir desde nuestras obras apostólicas para anunciar la Buena Noticia de Jesús en las circunstancias de esta humanidad adolorida y necesitada de motivos para creer. Es cierto que la misma realidad apareció en su desnudez desgarradora, cosas que sabíamos, pero que no queríamos saber, las miserias ante las que nos escondíamos, la noche fría, el hambre, la incertidumbre cierta de quien sale cada día a buscar un pedazo de pan o unos pesos para tener dónde pasar esta noche. Ojalá que todo esto nos ayude a trabajar intensamente por cambiar muchas cosas que van muy mal, ojalá que aprendamos la lección que nos está dando la vida.

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